El acceso a fuentes de agua mejorada es un tema que debería ser de interés para todos, ya que el agua es un recurso vital para la vida. Según la Organización Mundial de la Salud, una fuente de agua segura es aquella que está libre de posibles riesgos que contaminen al vital líquido. Por esta razón, es importante conocer los diferentes tipos de fuentes de agua que existen. Entre las fuentes de agua mejoradas encontramos:
Una de las fuentes de agua más comunes es el agua superficial, la cual se obtiene directamente de un arroyo, río, lago o estanque. Sin embargo, este tipo de agua no siempre es segura para beber sin tratamiento debido a que se contamina fácilmente. A medida que el agua de la lluvia y del riego recorre el suelo, está expuesta a muchos elementos que pueden afectar su calidad.
Otra fuente de agua es el agua subterránea, la cual llena los espacios vacíos y las grietas que hay en las rocas y el suelo, debajo de la superficie terrestre. A diferencia del agua superficial, la calidad del agua subterránea suele ser más segura ya que se mueve lentamente y se filtra naturalmente a través de las rocas y el suelo.
También existe el agua de lluvia, la cual algunas personas recolectan y almacenan usando un techo, una superficie en el suelo o una superficie rocosa de captación. La calidad del agua de lluvia generalmente es mejor que la de una fuente de agua superficial o subterránea debido a que deja impurezas y sales cuando se evapora y forma niebla, nubes y gotas de lluvia.
Por último, tenemos la fuente de agua entubada, la cual proviene de una fuente de agua subterránea, superficial o de lluvia. El agua se recolecta y canaliza a las comunidades, y los usuarios recolectan agua de las llaves en sus hogares o centros de recolección compartidos. Sin embargo, no se puede asumir que el agua entubada siempre sea segura para beber ya que su calidad depende de varios factores como la fuente de agua, el nivel de tratamiento antes de la distribución y el estado de la red de tubería y los tanques de almacenamiento. Existen diferentes métodos para sanear el agua y hacerla segura para su consumo. Uno de los métodos más comunes es la cloración, que consiste en agregar cloro al agua para matar los microorganismos que puedan estar presentes. También se puede utilizar la filtración, que implica pasar el agua a través de un medio poroso para eliminar partículas y microorganismos.
Otro método es la desinfección con luz ultravioleta, que utiliza rayos UV para matar los microorganismos presentes en el agua. La ósmosis inversa es otro método utilizado para purificar el agua, que consiste en forzar el agua a través de una membrana semipermeable para eliminar impurezas y contaminantes.
Es importante destacar que el saneamiento del agua no solo implica la eliminación de microorganismos y contaminantes, sino también la eliminación de sustancias químicas y metales pesados que pueden ser perjudiciales para la salud.
Además, es fundamental que se tomen medidas para proteger las fuentes de agua y prevenir la contaminación. Esto incluye prácticas agrícolas sostenibles, la gestión adecuada de residuos y la regulación de la industria para evitar la liberación de contaminantes en el medio ambiente.
En conclusión, es necesario conocer los diferentes tipos de fuentes de agua que existen y sus características para poder tomar decisiones informadas sobre el consumo de agua. Además, es fundamental que se tomen medidas para garantizar el acceso a fuentes de agua mejorada y segura para todas las personas, aquí radica la importancia de conocer las diferentes fuentes de agua y sus características, así como los métodos para sanear el agua y prevenir la contaminación.
Fuente:
Fuente: CAWST. Protección de la Fuente de Agua. (2012). Disponible en: https://washresources.cawst.org/es/module/89104ba2/source-water-
protection?l=es